Alternativa al uso de grano de soja en dietas de monogástricos. La arveja seleccionada “rosita” (Pisium Sativum), es una variedad que se adapta perfectamente a las condiciones de producción en Argentina. Florece en octubre, su cultivo contribuye a reducir los gases que genera el efecto invernadero a través de una mayor absorción de carbono, consume poca agua y fija el nitrógeno de la atmósfera.
La harina de arveja es una buena alternativa para el uso de legumbres en dietas de monogástricos, tanto para aves como para cerdos, y más aún en mascotas. En alimentos concentrados de rumiantes, la suplementación con metionina protegida podría ser necesaria cuando se utiliza en vacas de alta producción de leche.
A diferencia de la soja, la arveja tiene muy bajo nivel de factores anti-nutricionales. Sin embargo, el tratamiento térmico o algún tipo de cocción es recomendable para reducir aún más sus efectos.